Carta de adiós
en la madrugada vino un ángel, o un ave y me dijo que te daría una noche más, una velada más conmigo. el sol, ofendido, huyó y la luna, brillando, llegó. los ojos cegados, nuestros, pudieron ver y encontrar (se). la oscuridad nos encerró. corazón que late, el mío pulmones que se expanden, los tuyos. la mía, dentadura que cae las tuyas, uñas que se corrompen. hay varios lazos, de entrañas, que nos mantendrán juntos. en la mañana solo vi una mariposa, o una mariquita que no enunció palabra: porque ambos sabíamos que la última carta y el penúltimo baile habían sido dados.