Entradas

Mostrando las entradas de 2024

(In)móvil

Mi cuerpo se inquieta  porque hace ya unos años no se comporta como quiero.  ¿Cómo debía moverme para caminar?  ¿Cómo debía articular mis labios para hablar? Les digo a mis piernas que nos levantemos, las muevo y sólo me responden quedándose quietas.  Les digo a mis labios y mi lengua que digamos que no, los muevo  y sólo me responden con un silencio angustiado.  Les digo a mis dedos  que escriban una novela, los muevo  y sólo me responden manipulando,  al azar, las teclas.  Mi cuerpo no se halla en mi mente,  mi mente ya no controla mi cuerpo.  El tronco que me sostenía no existe más.  Mi mente intenta ordenar, ser la líder  otra vez.  Mi cuerpo no escucha, ya se cansó  de escuchar y obedecer.  Las raíces que me nutrían  no absorben lo esencial.  ¿Cuánto tiempo debo estar de pie? ¿Cuánto tiempo debo estar acostada?  Siento como un humo negro  invade cada parte de mi piel  de mi...

Conversaciones IV

-Decime lo que pensás.  -¿Para qué? -Lo necesito.  -¿Por qué?  -Porque así lo requiero.  -Decime en qué crees.  -¿Y si no creo? -Cómo no vas a creer.  -¿En quién?  -En Dios. En la Virgen María. En Jesús.  -No te comprendo.  -¡¿Se pueden callar, por favor?! El bebé se acaba de dormir.  -¿Cuál bebé? -Ninguno. Para vos sólo existe un sólo bebé y ese no es el mío.  -¿Qué estás dicie...? -No me hables. Seguí. Discutí con él otra vez.  -Ni siquiera sé de qué estábamos... ¡Ah, sí! Decime cuánto necesitás.  -¿Cuánto necesito? -Siempre venís a pedir plata. Si no fuera por eso, no pisas esta casa.  -Vos me invitaste.  -No.  -Sí.  -El bebé se está despertando.  -¿Cuál bebé? -Ninguno. Para vos sólo existe un sólo bebé y ese no es el mío.  -No me contestes. Seguí. Peleá con él otra vez.  -Ni siquiera sé por qué estábamos... ¡Ah, sí! Decime por qué no la querés.  -¿Por qué no la quiero? -Siempre v...

Conversaciones III

  - cuántas noches... - cuántas noches...  - sin - vernos - no comprendo. a veces deseaba que estés muerto.  - yo tampoco. después de habernos alejado, siempre quise que te pise un auto.  - y yo que el departamento en el que vivís se desplome y quedes atrapado en medio de ladrillos, escaleras y muebles rotos.  - comprendo.  - ¿qué comprendes? - que nuestra manera de amarnos fue destructiva, corrosiva... nunca íbamos a tener nuestro final feliz.  - ni nosotros... ni nadie.  - ¿nadie?  - no... ¿te parece que sabemos querer?  - casi nada.

Conversaciones II

  - Él es un hombre muy bueno, muy amable.  - Pero si él no fue el que...  - El que me hizo la mujer más feliz.  - Me enteré de que está pre... - Precisamente, enamorado de mí. - Sí. Bueno. Eso no es lo que quiero decir. - ¿Qué querés decir? - Que no es bueno - Ella la mira y hace un gesto raro, como preguntando quién es ese que no es bueno - Su marido no es una persona amable.  - ¿Cómo? Robertito, mi amor, siempre lo ha sido... Cada sucia, cada trola que me lo quiso quitar y esta negra de mierda lo logró...  - ...  - ¿Acaso no estás de acuerdo?, ¿por qué haces esa carita? - Porque usted sabe la razón de por qué ya no puede estar a su lado, en su casa.  - Por una blasfemia, una calumnia. Un sucio truco para sacarnos plata. ¿A eso te referís? O te pensás que yo, como vos, caí en ese cuento de que mi marido la violó.  - No es un cuento, señora. La justicia determinó que... - La justicia, la justicia, la justicia.- Levanta la voz - ¿Qué es la ju...

Conversaciones I

- no soy - ¿quién dice? - soy - ¿quién? - una mezcla de tantas cosas (personas, hábitos, instituciones) y otras cosas más (odio, dolor, bronca, afecto, amor).  - ¿cuántas noches me viste arrancarme los ojos y no llamaste al doctor? - ¿cuántos días me viste arrinconada en una pieza y actuaste como si no existiera? - todo se cobra en algún momento, en alguna hora... - no será hoy, pero llegará esa noche (mañana o tarde) en la que padezcas el daño que le causaste a otros y, en especial, a mí.